Durante las últimas décadas, la National Security Agency (NSA) se ha embarcado en un programa pasivo de recogida de datos, interceptando comunicaciones. Pero la digitalización de las comunicaciones y la encriptación cada vez más sofisticada de los datos hace que la recogida pasiva no sea suficiente. Su iniciativa secreta, Third Echelon, supone la vuelta a los métodos tradicionales de espionaje, potenciados por el uso de nuevas tecnologías. Ya no se filtra la información de satélites y antenas, ahora Third Echelon infiltra físicamente a sus agentes en territorio enemigo, lugares llenos de información que deberán recoger usando todos los medios a su alcance. Las directivas principales de los agentes de Third Echelon son: - Recoger información vital para la seguridad de EE.UU. - Proteger sistemas de información críticos de EE.UU. - Mantener todas las operaciones en secreto - Trabajar fuera de los límites de los tratados internacionales, sabiendo que el gobierno estadounidense nunca reconocerá su existencia ni apoyará sus operaciones. |